Es sorprendente ver cómo hemos evolucionado el trabajo de marca para los eventos deportivos más importantes del mundo.
En éste momento se juega la Copa América Centenario, la UEFA Euro 2016 y pronto tendremos el torneo por la medalla de oro de fútbol en Río. En éste post, no vamos a opinar ni a divulgar preferencias de equipos o cuáles son los mejores jugadores, pero sí a invitar a un viaje visual por la historia desde que comenzó la Eurocopa. Analizaremos cómo hemos evolucionado respecto a la creación de marca y a nivel visual y de diseño.
Se puede apreciar que la UEFA, desde 1960 hasta 1992, conserva el mismo logo para el evento, es decir, 32 años sin cambiarlo pero sí adaptando los colores de la bandera según su país anfitrión. Por un lado, pienso que un logo que dura más de tres décadas es lo que buscamos todos, perfecto, pero los eventos no son bancos, aseguradoras o coches…
y mucho menos uno deportivo…
Un evento de ésta índole suscita pasión por los goles, por lograr ver tu equipo subir la copa y, entre otros, por gritar el nombre de tu país después de un mes de competición. Es emocionante y doloroso a la vez, además, vuelve a iniciarse cada cuatro años en lugares distintos, con lo cuál, se generan experiencias y sensaciones muy diferentes. Por éstos motivos hablamos de marca y no de logo.
El primer cambio de imagen se inicia con England 1996, los primeros que empiezan a doblar las reglas, por iniciativa también de la UEFA, para aumentar la riqueza de cada evento. Inglaterra fue pionera en evolucionar aportando una pequeña dosis de personalidad al balón. Hoy en día se ve antiguo y repetitivo, pero fueron los que, hace veinte años, se atrevieron a dotar de más sentimiento al acto.
Con el paso de los años he descubierto ése “insight” que me ha motivado a escribir éste post y que profundizo ahora con el ejemplo de Francia y la importancia de vender un país. (Éste mismo caso se empieza también a percibir en Áustria, en Suiza con las montañas, o en Ucrania y Polonia, donde es más pronunciado ya que muestran cómo se recuperan de un pasado comunista y florecen usando colores radiantes y formas que te trasladan a sus bosques, su entorno, y hasta a veces, sus alimentos.)
Actualmente estamos en el 2016 y, en éste sentido, podemos apreciar la mezcla perfecta entre la elegancia, la sofisticación y el arte de Francia, con la festividad, la alegría y la diversión del fútbol. El de Francia, insisto, es el primer logo de la UEFA en incluir la copa Henri Delaunay, hecho que muestra el objetivo final de cada jugador. A su vez, los colores de la bandera no limitan a la hora de crear marca gracias al movimiento y al juego dinámico que tiene el logo y gracias también a cada pieza de su sistema gráfico.
Como he comentado, en éste momento el Branding eleva a este tipo de eventos a otro nivel ayudándose de un sistema gráfico cargado de detalles que refuerzan la marca. Admiro cómo aplican la idea principal,“arte en el fútbol”, en las ilustraciones de artistas de todo el planeta, no sólo de Francia, aumentando así la unión entre países. La introducción de colores brillantes, de gente celebrando el fútbol, de banderas que se entremezclan con el cuerpo, de todos los estadios llenos de movimiento y alegría, de la tipografía bold, amable y de fácil lectura… la lista a nivel de diseño es infinita y cumple el objetivo o la idea que trasladaba al principio del post: no se trata de encajar goles, sino de la emoción que genera y de la atmósfera que crea.
Por último, creo que son todos éstos elementos los que hacen latir a una marca y es el Branding el responsable de perfeccionar cada detalle, por más mínimo que éste sea, para que se recuerde la imagen por mucho tiempo.
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