La identidad visual de las marcas de moda se extiende a las prendas para identificarlas como propias. Lo más habitual es colocar etiquetas en la parte interior de la prenda o el logotipo en la parte exterior de forma visible, a veces exageradamente visible. Este tipo de expresiones de la marca son explícitas y todos podemos leerlas e identificarlas aunque no conozcamos la marca con anterioridad.
Hay otras marcas que trabajan los signos de identidad de forma sutil i específicamente para su audiencia. Establecen códigos de identidad y de expresión en sus prendas que no son comprensibles por la globalidad de las personas sino que el receptor debe conocer el código para poder descifrarlo. Con esta estrategia consiguen dirigirse exclusivamente a un segmento que es conocedor de la marca y evitan el uso explícito de la misma.
Un caso puede ser Maison Martin Margiela con la forma de coser la etiqueta a la prenda, dejando a la vista las cuatro puntadas que la sujetan. Este sistema de expresión de la marca es muy adecuado para este diseñador que no se deja ver ni fotografiar y que emplea códigos numéricos en vez del logotipo en sus etiquetas.
A día de hoy, una suela roja en un zapato de tacón es sinónimo de Christian Louboutin y desde 2008 es marca registrada en Estados Unidos. Es un ejemplo de identificación de la marca y del producto sin necesidad de emplear el logotipo ni un sistema gráfico o visual complejo. La marca lo tiene tan claro que en abril de 2011 decidió llevar a los tribunales a Yves Saint-Laurent por emplear suelas rojas en sus zapatos.
Estas soluciones proporcionan detalles a la prenda que la hacen más especial, se integran en el diseño del producto y la marcan de manera elegante. Además, pueden generar un sentimiento de comunidad de marca –fundamental en branding– por pertenecer a un grupo reducido de personas.