Hoy en día las marcas son conscientes de la importancia del storytelling a la hora de conectar con sus públicos, pero no de que deben estimular constantemente estas historias para evitar que el consumidor pierda el interés a lo largo de su hilo conductor.
La magia del misterio,
Algunas marcas han visto en el misterio una herramienta clave a la hora de envolver sus historias con una cierta atmósfera mágica permitiéndoles aumentar sus experiencias y generando unos vínculos emocionales más fuertes con sus consumidores.
En su libro Lovemarks, Kevin Roberts ya situaba al misterio junto a la sensualidad y la intimidad como los ingredientes clave a la hora de crear vínculos emocionales profundos y duraderos. Ya que al igual que en el cine y la literatura, el misterio nos encandila y nos atrapa alimentando nuestra curiosidad por una historia y sus personajes, haciéndonos querer saber más sobre lo que nos están contando.
Algunas marcas se han encargado durante los últimos años de nutrir sus historias con una atmósfera de misterio a través de; metáforas, secretos, enigmas, mitos personajes icónicos, easter eggs…
Desde el uso de anécdotas sobre el pasado histórico de la marca, como Coca Cola y su fórmula secreta.
Pasando por la sorpresa y suspense durante la relación con el consumidor, como los unboxing de Apple.
Hasta la creación de vínculos con los consumidores más fieles mediante enigmas, interactuando con ellos y haciéndoles sentir realmente especiales, como los easter eggs repartidos por las películas de Disney.
El misterio tiene la capacidad de atraparnos, captar nuestra atención y generarnos emociones mucho más profundas, consiguiendo que no nos podamos quitar de la cabeza una determinada historia y aumentando nuestra intención de compartirla.
Es por ello que las marcas necesitan entender que sus historias tienen que ir más allá de la simple narración, ya que…
«El misterio eleva lo normal a la categoría de lo extraordinario»
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