Hoy hace 200 años que tuvo lugar la batalla de Waterloo, que acabó con el mito de Napoléon.
Pero… ¿acabó con el mito de verdad? En branding al menos, no.
Es muy habitual que en la creación de marcas, concretamente de nombres, se abran vías de exploración en torno a personajes históricos y/o célebres.
Muchas veces se trata de algo tan sencillo como que dicho personaje le de su nombre a un producto, algo puede materializarse en un gran éxito.
Zapatillas Air Jordan de Nike; uno de sus
productos más populares que se mantiene
en mercado a lo largo de los años.
Otras, se pretende dotar de una concreta personalidad a la marca, y se consigue aludiendo a dicha celebridad.
Cerveza Poe. El carácter del escritor hecho
cerveza. Influencias gráficas claras.
Pero vayamos al caso que nos ocupa: Napoleón. Veamos cómo el nombre de este estratega ha resultado perfecto para muchas marcas.
BEBIDAS ALCOHÓLICAS
Parece ser que Napoleón resulta ser un muy buen nombre para marcas de bebidas con alcohol. Quizá ese carácter dominante, ese perfil de liderazgo, la dureza asociada al personaje, son características deseables para bebidas de este tipo.
Aunque también sus raíces francesas, su carácter señorial, y su elevada cultura, pueden aportar valor a un producto como es el champagne.
ALIMENTACIÓN
Llama más la atención ver el nombre de Napoleón en toda una gama de conservas vegetales con más de cien años. Y no solo el nombre, sino también la fotografía del personaje, explicitando aún más la clara intención de unión de la marca a la celebridad.
El baseline de esta marca es “Clasic Taste”. Vemos como hay una clara referencia a lo clásico a través del personaje, pero la elección del nombre en este caso responde a otras razones…
Parece ser que Antonio Magnano, fundador de la compañía, sentía cierta debilidad por los personajes históricos. Italiano de nacimiento, Magnano comienza a importar aceite de oliva desde Italia a EEUU bajo marcas como Napoleón o Julius Caesar, alrededor de los años 30. Pero resulta que no era ninguna tontería, estratégicamente hablando, utilizar nombres de personajes históricos relacionados con la historia de Italia para exportar a los EEUU productos locales en esta década.
Antonio Magnano, fundador de la compañía.
La compañía pasó por varias etapas, y varias denominaciones, pero finalmente se decidió apostar por The Napoleon Co., siendo esta la marca que más tirón demostró durante todos los años anteriores. Ya van por la cuarta generación.
Y dentro también del sector de la alimentación, encontramos una marca canadiense de café con el nombre como no, del Sr. Bonaparte.
En este caso cabe destacar, que en el “quiénes somos” de la web de la compañía, datan su historia desde el día de nacimiento del emperador.
OTROS SECTORES
A continuación vais a ver tres marcas que se llaman Napoleón, que nada tienen que ver las unas con las otras.
La primera de ellas, una empresa neoyorquina dedicada al mundo artístico y de la creación de contenidos.
Dentro de la primera línea de su descripción, ya habla de “expansión”. Ambición, ir por delante… Una empresa que ofrece servicios del futuro, con un nombre del pasado, capaz de aportar solidez y confianza, así como un plus de sabiduría.
Por otra parte, y esta me ha resultado muy curiosa, una empresa de chimeneas y estufas.
Interesante asociación del nombre Napoleón a la fabricación de acero, que es como empezó esta empresa en los años setenta. A día de hoy, sus clientes son de todas partes del mundo.
Y para finalizar, la compañía más entrañable que tiene por nombre Napoleón. Aquí sin embargo, lo importante no es el Napoleón, sino el Bonaparte.
En este caso no se produce una asociación directa de valores, sino simplemente un juego creativo, muy adecuado para empresas de carácter desenfadado que pretenden generar simpatía en sus audiencias. Es más, se trata de una marca extremadamente amable y suave, totalmente alejada del mundo bélico, que ha sabido trabajar el personaje a su favor.
Muy interesante la creación de un personaje a más; el propio conejito Bunnyparte, imagen de la casa.
A pesar de Waterloo, Napoleón siempre será un gran ganador. Los valores asociados al personaje quedan congelados a lo largo del tiempo, de forma que incluso este tiempo los suaviza y adapta a nuestra sociedad actual, resultando muy amable toparse con una de estas marcas.
Cierro con una de sus sentencias, más que apropiada para este post: “Mi grandeza no reside en no haberme caído nunca, sino en haberme levantado siempre”.
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