La crisis sanitaria y empresarial provocada por el Covid 19 ha puesto a prueba la resiliencia y el grado de digitalización de las marcas. Durante la pandemia, y como ya hemos comentado en varios posts, las compañías pasaron por diversas etapas:
- la inicial de reacción y adaptación: en la que hubo que tomar decisiones financieras y hacer una primera redirección de todo el plan 2020
- la etapa de distanciamiento social: en la que la compañías centraron sus esfuerzos en recuperar la normalidad
- y una tercera etapa de ‘nueva normalidad’ -en la que todavía estamos inmersos-: en la que las marcas trabajan en entender qué cambiará y cómo anticiparse a ello explorando nuevas ideas y modelos de negocio a corto, medio y largo plazo.
Pero no podemos caer en el error de creer que, una vez superados los momentos más duros de la pandemia, las marcas pueden ahora retomar sus planes estratégicos y de negocio previos y continuar como si nada hubiese ocurrido.
Debemos aceptar que la crisis del Covid 19 ha supuesto la aparición de nuevos retos para las marcas no solo en el inmediato, sino también a medio y largo plazo. Y en diferentes ámbitos.
Un nuevo modelo organizativo para equipos dispersos
Más allá de los ajustes en los planes de negocio en el plano económico y/o de la generación de nuevas experiencias a nivel de consumidor, las marcas deben trabajar en esta nueva etapa en un nuevo modelo organizativo a nivel interno.
Es decir, igual que hemos visto a muchas marcas reaccionar con rapidez y desarrollar campañas y experiencias ad hoc para estos tiempos -con las que nos solo han conseguido capear el temporal si no que además han mejorado su presencia de marca antes sus públicos- deberíamos ser espectadores ahora de un proceso de reorganización y digitalización. Uno que permita mantener la productividad con la dispersión de equipos y el teletrabajo.
Porque el distanciamiento social tan solo ha acelerado una tendencia que se venía dando, con mayor o menos intensidad según la compañía, en los últimos años: la transformación digital, ese proceso que hace solo unos años no se sabía muy bien para que serviría o cómo podría ayudar.
La digitalización ha hecho posible, en estos últimos meses, que muchas empresas hayan podido seguir funcionado con sus equipos trabajando desde casa. Dispersos pero comunicados entre sí sin problema, favoreciendo el menor impacto posible en la economía de la compañía y en la economía general.
Herramientas, planes y cultura organizativa para la digitalización
Por eso es ahora más necesario que nunca contar elementos que permitan cohesionar equipos y procesos en la distancia. Y que hagan posible que la toma de decisiones y su ejecución sean ágiles y flexibles a pesar de que en este nuevo escenario se cuente a veces con menos recursos y con mayor presión por lograr objetivos.
Y es que la crisis sanitaria ha provocado que los retos en relación a la gestión de las marcas hayan aumentado en cantidad y exigencia: alienar a toda la organización en torno a la marca, garantizar su coherencia, evitar errores en su implementación, ser más eficientes, ahorrar costes y generar experiencias inspiradoras, son algunos de ellos.
Por eso es necesario contar con:
- Herramientas: plataformas como Zoom o Slack vivieron un auge durante el confinamiento, pero no son suficientes para garantizar una gestión óptima de los equipos, procesos y materiales de una marca. Son necesarias compaginarlas con otras como el Aggylon Brand Center, una plataforma SaaS y DAM para garantizar el uso correcto de la marca. Y que incluye incluso un Brand Academy, una plataforma de educación digital en la que los equipos, los colaboradores externos y las agencias se pueden formar sobre los fundamentos de marca. Permite así por tanto alinear a toda la organización en torno al plan estratégico de marca y sus novedades.
- Planes de marca: más allá de las herramientas, y como venimos comentado, es necesario adaptar la estrategia de marca y de negocio a la nueva realidad. Buscando nuevas oportunidades también a nivel interno para aumentar la productividad y poder ofrecer incluso nuevos servicios.
- Cultura organizativa e interna: de nada sirve disponer de herramientas y planes si no se ejecutan. Y para ello es necesario el compromiso y convencimiento de toda la plantilla, desde la dirección a todos los estamentos. Por eso es importante la realización de formaciones, workshops y otras acciones como brands clips, por ejemplo, para educar sobre la nueva realidad de la compañía
Ante los nuevos retos que afrontan las marcas en estos momentos, contar con herramientas digitales que facilitan la gestión y con nuevos protocolos de actuación debe convertirse en la estrategia de esta ‘vuelta al cole’ para evitar el colapso del sistema económico y, por supuesto, de nuestra marca.
