âPower to the Peopleâ? afirman desde Time. Con estas palabras abrÃa el semanario su reportaje anual dedicado al personaje del año: todos los anónimos usuarios de Internet. En la misma lÃnea, AdAge ha premiado la labor creativa de los consumidores (una muestra, el fenómeno Mentos) como âla mejor agencia del añoâ. Según AdAge, este premio tiene dos caras: los consumidores están cambiando las reglas de juego, y las agencias se están quedando atrás en la búsqueda por el talento creativo.
El mundo Mentos nació de dos aburridos norteamericanos, que tras el descubrimiento se lanzaron a mil experimentos y filmaciones. Las empresas implicadas sólo reaccionaron cuando el movimiento tenÃa escala mundial y se habÃan generado verdaderas comunidades de creadores (y consumidores). Time lo expresaba de la siguiente manera: âPor hacerte con las riendas de los medios a escala global, por fundar y estructurar la nueva democracia digital, por trabajar a cambio de nada y ganar a los profesionales en su propio juego, el personaje del año 2006 eres túâ?. En su portada el semanario homenajeaba con una especie de espejo a todos los creadores y consumidores de e-contenidos.
Para Time estamos viviendo un cambio radical: âThe new Web is a very different thing. Itâs a tool for bringing together the small contributions of millions of people and making them matterâ?. Más aún, el semanario de actualidad considera que no sólo está cambiando el mundo, sino que estamos ante una nueva manera en la que el mundo cambia. El primer cambio: Chrysler, patrocinador del personaje del año del semanario Time, se vio obligado a cambiar su campaña publicitaria para el modelo Sebring porque afirmaba: âPuede que no seas la persona del año, pero puedes conducir como si lo fuerasâ?.
Una de las comunidades más importantes del mundo, la que agrupa a los fans de Stars Wars, cumple precisamente 30 años y es un ejemplo de libro del poder de los consumidores: ellos han dado sentido a nuevos proyectos (como Lego Stars Wars) y dedican su tiempo y conocimientos a crear los suyos. Un ejemplo es la comunidad de fans de Stars Wars en Concepción (Chile), bautizada con el nombre de La Fuerza.